Adaptaciones morfológicas y Bettas

Adaptaciones morfológicas y Bettas

El origen de la vida y la evolución de las especies es un mundo fascinante donde nada se da al azar. Todo los organismos, sus estructuras y funcionalidades, se han desarrollado a lo largo de la historia bajo un patrón selectivo.

Darwin en su teoría “El origen de las especies” estableció que los organismos menos adaptados a su medio morirán, y los mejores adaptados tendrán una mayor probabilidad de supervivencia. Generación tras generación, los individuos desarrollan cambios físicos o de comportamiento que les permiten adaptarse y sobrevivir al medio.

Originariamente los peces betta proceden del sudeste asiático donde habitaban humedales de poca corriente. Estos se caracterizan generalmente por las bajas concentraciones de oxígeno que albergan como consecuencia del poco movimiento de la superficie y de la alta cantidad de materia orgánica en descomposición.

Además de esto, muchas de ellas son lagunas de tipo temporal, las cuales, se secan en épocas de altas temperaturas.

Con todos estos factores podemos llegar a la conclusión de que la vida en este tipo de ecosistemas se hace bastante complicada. He aquí donde entra la teoría de la evolución y las adaptaciones morfológicas al medio.

A lo largo de la historia los peces betta han desarrollado un órgano auxiliar llamado laberinto, el cual les permite obtener directamente oxígeno atmosférico. Esta modificación en su sistema respiratorio les capacita para obtener un aporte extra de oxigeno en situaciones adversas.

Este órgano no solo contribuye a complementar su respiración sino que ademas en caso de desecación total de la charca, los bettas son capaces de salir y transportarse a otras colindantes.

De este modo, aunque no es lo adecuado, los bettas son capaces de sobrevivir en recipientes diminutos de menos de medio litro sin filtro y sin aireación. Lo adecuado es aportarle al menos 20 litros de acuario, filtro ciclado y calefacción.

Tomemos nota de lo que vemos en algunas tiendas y cuida adecuadamente a tu pez.